Imagen: Momiji
El sol, el mar y el viento son elementos esenciales de un verano inolvidable, pero también pueden dejar huella en tu piel. Tras una jornada bajo el sol, incluso si usaste protector solar, es común que la piel se sienta tirante, deshidratada o enrojecida. Es ahí donde entran las mascarillas after-sun, el paso ideal para calmar, reparar e iluminar la piel de forma inmediata.
En este artículo te contamos por qué incorporar una mascarilla after-sun en tu rutina post-playa puede marcar la diferencia y cuáles son los ingredientes que realmente funcionan.
¿Qué es una mascarilla after-sun?
Una mascarilla after-sun está formulada específicamente para cuidar la piel después de la exposición solar. Su función es:
- Calmar el enrojecimiento o ardor
- Hidratar en profundidad
- Reparar la barrera cutánea
- Aportar un efecto refrescante y revitalizante
A diferencia de las mascarillas convencionales, las after-sun están pensadas para pieles sensibilizadas o deshidratadas por el sol, por lo que sus fórmulas suelen ser más suaves y altamente efectivas.
Ingredientes clave para una reparación post-solar
Aloe vera
Uno de los ingredientes más clásicos y eficaces. El aloe tiene propiedades calmantes, antiinflamatorias e hidratantes. Ayuda a bajar la temperatura de la piel, reducir la sensación de ardor y regenerar más rápido.
Pepino
El extracto de pepino refresca, descongestiona y aporta agua a las capas superficiales de la piel. Ideal para pieles sensibles o con tendencia a enrojecer tras la exposición solar.
Niacinamida (vitamina B3)
Un ingrediente estrella del skincare moderno. La niacinamida ayuda a reparar la función barrera, mejora el tono desigual, reduce la inflamación y refuerza la luminosidad natural de la piel.
Ácido hialurónico
Perfecto para restaurar la hidratación perdida. Aporta volumen y suavidad sin dejar sensación pesada, lo que lo hace ideal para climas cálidos.
Alantoína y pantenol
Ambos ingredientes ayudan a calmar la piel, reducir la sensibilidad y acelerar la recuperación de zonas irritadas.
Imagen: Vogue
¿Qué tipo de mascarilla after-sun elegir?
1. Mascarillas en gel
Ideales para aplicar en todo el rostro. Tienen una textura liviana y refrescante que se absorbe fácilmente sin dejar residuos. Algunas se pueden guardar en el refrigerador para potenciar el efecto calmante.
2. Mascarillas en tela (sheet masks)
Perfectas para un momento de pausa y cuidado. Vienen impregnadas con suero y actúan como una “compresa” hidratante intensiva. Busca versiones sin fragancias fuertes ni alcohol.
3. Mascarillas en crema ligera
Recomendadas para pieles muy secas o tirantes después de la playa. Suelen tener ingredientes reparadores y pueden dejarse actuar más tiempo o incluso como mascarilla nocturna.
¿Cuándo y cómo usarlas?
- Después de la exposición solar prolongada, una vez que limpies e hidrates ligeramente la piel.
- Como parte de tu rutina nocturna, después de la limpieza, en lugar del sérum o antes de tu crema final.
- Una o dos veces por semana, o cada vez que sientas la piel deshidratada, irritada o apagada.
Tip extra: para un efecto aún más refrescante, guarda tus mascarillas en el refrigerador. Sentirás alivio inmediato en segundos.
El sol es maravilloso, pero la piel necesita un extra de amor después de exponerse a él. Incorporar una mascarilla after-sun a tu rutina de verano es una forma sencilla y efectiva de prevenir daños, calmar molestias y mantener el rostro luminoso y saludable durante toda la temporada.
Elige fórmulas suaves, con ingredientes calmantes y textura ligera, y regálate ese momento de cuidado personal que tu piel agradecerá cada vez que regreses de la playa.
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